La historia tras los Maestros del Fuzz

Uno de los efectos de sonidos con el que antes o después nos topamos todos los aficionados a la música popular, que consigue remover las entrañas de cualquier guitarrista y sobre el que más se ha escrito, desarrollado, rediseñado, modificado y con el que existe una eterna relación amor-odio, es el efecto Fuzz. Déjanos contarte la historia de cómo apareció y quienes fueron los pioneros…

En 1960, en los albores de los “nuevos sonidos” de la guitarra eléctrica, Marty Robbins entra en el estudio para la grabación de sus grandes éxitos y, con el tercer corte del disco, ocurre algo que marcaría el rumbo del los sonido de la guitarra. El músico de sesión que tenía contratado, Grady Martin, decide conectar su bajo de 6 cuerdas Danelectro directamente a la nueva mesa de mezclas del estudio y ocurre lo que se conoce como un accidente feliz, alguno de los transformadores de la mesa estaba averiado y eso producía una distorsión...como una bola de pelos en el sonido.

Tras discutirlo un poco, deciden dar por buena la toma con pelusa en el bajo, y la canción “Don’t Worry” se lanza así en el disco.

El efecto fue tan novedoso para aquel momento, que numerosos músicos, entre ellos la popular Nancy Sinatra, acudieron al estudio demandando aquel sorprendente efecto. El problema era que la mesa se había reparado y ya no distorsionaba.

Al ingeniero de sonido del estudio, Glenn Snoddy, se le encargó que buscase cómo conseguir aquel efecto. Snoddy se fue a Chicago con algunos circuitos básicos que había estado desarrollando para hablar con la gente de Gibson y estos, alentados por su director, decidieron que lo fabricarían. ¡Así es como en 1962 nacía el primer Fuzz de la historia, el Maestro FUZZ-TONE FZ-1!

En aquel año aún no existía una demanda de pedales de efectos porque era algo anecdótico en el mercado, además, el mal enfoque que se le dio al Maestro Fuzz en su lanzamiento, presentado como un efecto de sonido de simulación de un cuerno o una trompa para la guitarra, hizo que no tuviese ninguna relevancia durante los primeros años.

Pero en 1965 los Rolling Stones lanzan “Satisfaction” donde Keith Richards usaba aquel pedal para tratar de imitar el sonido de una sección de trompa, y en ese mismo momento las existencias de los Maestro Fuzz se agotan en todas las tiendas del mundo. Todo el mundo descubrió la posibilidad que brindaban los componentes electrónicos (como los transistores en los que se basaba el Maestro Fuzz-Tone) de modificar el sonido de tu instrumento. Comenzaba la era de los los pedales de efectos y el Maestro Fuzz sentó las bases!

Desde entonces, además de Keith, reconocidos artistas como Pete Townshend de The Whoo, o Robby Krieger de The Doors usaron Maestro Fuzz.

A lo largo de los años y de manera irregular se han fabricado diferentes revisiones de este Fuzz, pero en los 90s Maestro y sus pedales desaparecen, aunque siguen siendo la base del sonido de artistas reconocidos como Black Keys, y sus pedales se convierten en objetos de deseo y colección alcanzando precios por encima de los 1.000€.

En 2022 una empresa Gibson revitalizada decide reanudar la marca Maestro y retomar el Fuzz-Tone lanzando el Maestro FZ-M que recuerda a los tonos del primer pedal Maestro.

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